viernes, 30 de septiembre de 2011

LOGISTICA PARA PROTECCION CIVIL II

LA GESTIÓN DE CADÁVERES EN SITUACIONES DE DESASTRE.
Los desastres con frecuencia desbordan la capacidad de los sistemas locales que se encargan de atender a los fallecidos. Son entonces las comunidades y las organizaciones locales las que asumen la responsabilidad principal de la respuesta. La falta de asistencia o de planificación especializada para las situaciones con víctimas en masa incrementa todavía más los problemas y, a menudo, ocasiona un manejo inadecuado de los cadáveres. El trato que reciban las víctimas tiene un efecto profundo y duradero en la salud mental de los sobrevivientes y de las comunidades, que puede tener graves implicaciones en el futuro. De igual forma, la correcta identificación de los muertos tiene importancia legal para los herederos y para las compañías de seguros y puede tener serias repercusiones en los familiares muchos años después del desastre.
La comunidad humanitaria ha sido consciente de este reto por más de 20 años, la pérdida masiva de vidas como consecuencia del deslave de Vargas en Caracas en 1999, el tsunami del sur de Asia en el 2004 puso de relieve las limitaciones de nuestra actual capacidad de respuesta. Otros desastres de origen natural ocurridos en el 2005, como el huracán Katrina en los Estados Unidos, el huracán Stan en Centroamérica y el terremoto del norte de Pakistán e India, han evidenciado aún más la necesidad de contar con una preparación.
Los primeros responsables de la correcta gestión de la información sobre muertos y desaparecidos durante los desastres son las autoridades estatales. Generalmente, se recolecta mucha información sobre los muertos y desaparecidos en desastres, aun después de los relativamente pequeños. Para el manejo de la información es necesario que se suministren los recursos necesarios (humanos, técnicos y financieros) para cumplir adecuadamente con esta tarea. La gestión de la información es una función clave para la coordinación de la res-puesta.
Los  objetivos primordiales que se deben tomar en cuenta son en primer lugar:
1-La promoción del manejo apropiado y digno de los cadáveres.
2- Impulsar la necesidad de realizar el máximo esfuerzo posible para su identificación.
La implementación de medidas sencillas en el proceso de identificación puede aumentar de forma importante las probabilidades de éxito si se ejecutan con prontitud. Después de la mayoría de desastres, el manejo inmediato que se les da a los cadáveres lo realizan las comunidades y las organizaciones locales y no los equipos especializados de expertos nacionales o internacionales. Por consiguiente, este manual se ha enfocado a la formulación de recomendaciones prácticas para el personal que no es especialista en este campo. Por lo que es necesaria la coordinación para un buen trabajo en equipo.
1.-COORDINACIÖN: Generalidades:
1- Por lo general, la respuesta urgente que se genera inmediatamente después de un desastre es caótica y con pésima coordinación.
2- Se requiere establecer la coordinación de los diferentes niveles: local, regional/departamental o provincial y nacional.
3-Es posible que en los planes de preparación para desastres ya se haya identificado la estructura que debe tener la coordinación.
4-La pronta coordinación es vital para la ejecución de las siguientes tareas:
    4.1-Manejo de la información y la coordinación de las actividades de evaluación;
    4.2-Identificación de los recursos requeridos (por ejemplo, equipos forenses, morgues, bolsas para cadáveres, etc.);
    4.3-Implementación de un plan de acción para el manejo de los cadáveres;
    4.4-Divulgación de información precisa a las familias y a las comunidades sobre la identificación de los desaparecidos y el manejo de los cadáveres.

2.-TIPOS DE RIESGOS EN EL MANEJO DE CADÁVERES
·         Riesgo para el público
1-El riesgo para el público en general es insignificante puesto que generalmente no entra en contacto con los cadáveres.
2-Existe el riesgo potencial (aunque hasta ahora no se ha documentado) de que las fuentes de agua para consumo humano se encuentren contaminadas con materia fecal de los cadáveres.
·         Riesgo para quienes manipulan cadáveres
1-Los individuos que manipulan restos humanos corren un riesgo pequeño de adquirir las infecciones que se mencionan a continuación puesto que pueden entrar en contacto con sangre y heces de los cadáveres (con frecuencia, después de la muerte hay salida de materia fecal de los cuerpos); entre ellas están: las hepatitis B y C, el VIH, la tuberculosis y las enfermedades diarreicas.
2-Los equipos de recuperación de cuerpos generalmente trabajan en ambientes peligrosos (por ejemplo, en edificios derrumbados y entre escombros) y, por lo tanto, pueden correr el riesgo de sufrir heridas e infectarse con tétanos el cual se transmite a través de la tierra del suelo.

3.-EL OBJETIVO DE LA RECUPERACIÓN DE LOS CUERPOS
1-Es prioritaria la pronta recuperación de los cuerpos pues ayuda de manera importante a su identificación y reduce la carga psicológica de los sobrevivientes.
2-La recuperación de los cuerpos no debe interrumpir la ejecución de otras intervenciones dirigidas a prestarle ayuda a los sobrevivientes.

EL EQUIPO DE TRABAJO
1-Con mucha frecuencia, la recuperación de los cuerpos la hace espontáneamente un número considerable de individuos, entre los cuales encontramos:
1.1-sobrevivientes que forman parte de la comunidad;
1.2-voluntarios (por ejemplo, de la Sociedad Nacional de la Cruz Roja o de la Media Luna Roja);
1.3-equipos de búsqueda y rescate, y
1.4-personal militar, de policía o de la defensa civil.
2-Se requiere la coordinación de estos grupos para impulsar el uso de los procedimientos y de las precauciones de salubridad y seguridad.

4.-MÉTODOS Y PROCEDIMIENTOS
1.-Los cuerpos deben conservarse en bolsas para cadáveres. Si no las hay, se pueden usar otros materiales disponibles como plásticos, mortajas, sábanas de cama, etc.
2.-Los segmentos corporales (por ejemplo, extremidades superiores o inferiores) deben tratarse como si fueran un cadáver completo. Los equipos de recuperación no deben intentar cotejar las partes corporales encontradas en el sitio del desastre.
3.-Los equipos de recuperación de cadáveres trabajan más eficazmente si se les divide en dos grupos: uno para el traslado de los cuerpos a un punto cercano de recolección y otro para llevarlos a las áreas de identificación y almacenamiento.
4.-Se deben anotar el sitio exacto y la fecha cuando se encontró el cuerpo pues esta información se constituye en un elemento de ayuda para su identificación.
5.-Las pertenencias personales, joyas y documentos no se deben retirar de los restos humanos en que se hallaron; esto se debe hacer únicamente durante la fase de identificación (véase el capítulo 6, Identificación de los cadáveres).
6.-Para el transporte de los cuerpos se pueden utilizar camillas, bolsas para cadáveres, camionetas de platón o remolques de tractores. Las ambulancias no se deben usar para este fin, pues es mejor reservarlas para la prestación de socorro de los sobrevivientes.

5.-SANIDAD Y SEGURIDAD
1.-Los equipos de recuperación de cadáveres deben utilizar los implementos de protección necesarios (guantes para trabajo pesado y botas) y se deben lavar las manos con agua y jabón después de la manipulación de los cadáveres.
2.-Con frecuencia, los equipos de recuperación trabajan entre escombros o en edificios derruidos. Por lo tanto, se debe contar con una buena dotación de botiquines de primeros auxilios y brindar el tratamiento médico necesario en caso de lesiones.
3.-El tétanos se puede constituir en un problema importante, especialmente para los trabajadores que no hayan sido vacunados con anterioridad. Los equipos médicos locales deben estar atentos ante la presencia de heridas que se pudieren infectar con tétanos.

6.-ALMACENAMIENTO DE LOS CADAVERES.
1.-La descomposición de los cadáveres avanza rápidamente si no se les almacena refrigerado.
2.-En los climas cálidos, la descomposición está tan avanzada a las 12-48 horas que es prácticamente imposible el reconocimiento de la cara del cadáver.
3.-El almacenamiento en frío disminuye la velocidad de la descomposición y preserva el cuerpo para su posterior identificación.
4.-Cada cuerpo o parte corporal debe conservarse en una bolsa o envuelto en una sábana, sin importar el tipo de almacenamiento que se haya utilizado.
5.-Se deben usar etiquetas resistentes a la humedad (por ejemplo, papel en bolsa plástica sellada) con el número único de identificación. Nunca escriba los números de identificación sobre el cuerpo, las bolsas o las sábanas, pues se borran con mucha facilidad durante su almacenamiento.

7.-IDENTIFICACIÓN Y ENTREGA DEL CUERPO A LOS FAMILIARES
1.-Para aumentar la confiabilidad de la identificación visual, las condiciones del reconocimiento del cuerpo deben minimizar el estrés emocional a los familiares afligidos.
2.-Aunque puede que no haya otra alternativa después de los grandes desastres, el impacto psicológico de ver docenas o cientos de cadáveres puede reducir la validez de la identificación.
3.-Un mejor abordaje puede ser la observación de fotografías de la mejor calidad posible.
4.-Entrega de un cadáver:
    4.1-Un cuerpo se debe entregar únicamente cuando su identificación sea absolutamente exacta y cierta.
    4.2-La identificación visual se debe confirmar mediante información adicional, como la identificación de la vestimenta o de los efectos personales.
    4.3-La información recolectada de los desaparecidos se puede utilizar para cotejar la identificación visual hecha.
    4.4-La autoridad competente es la única que debe hacer entrega del cuerpo y, también, debe documentar por escrito su entrega (una carta o certificado de defunción).
    4.5-Se debe registrar el nombre y los datos de la persona o de los familiares que reclamaron el cuerpo, junto con el número de referencia único del cuerpo, para futura referencia.
    4.6-Los cuerpos que no se puedan reconocer por la identificación visual se deben almacenar adecuadamente, hasta que los especialistas forenses puedan completar las investigaciones necesarias.
    4.7-Debe tenerse especial cuidado cuando se entreguen cadáveres que no estén completos, pues se puede complicar el subsiguiente manejo de los segmentos corporales encontrados.

8.-LOCALIZACIÓN DEL SITIO DE SEPULTURA
-Se debe decidir cuidadosamente la localización del sitio de sepultura.
-Se deben considerar las condiciones del suelo, el nivel freático más alto y el espacio disponible.
-El lugar debe ser aceptado por las comunidades que viven cerca del sitio de entierro.
-El lugar debe estar lo suficientemente cerca de la comunidad afectada para que lo pueda visitar.
-El lugar de entierro debe estar claramente demarcado y estar rodeado de una zona de transición, por lo menos, de 10 m de ancho que permita la plantación de vegetación de raíces profundas y con el objeto de aislarlo de las áreas habitadas.

-Las sepulturas deben estar, por lo menos,    entre 200m y 350m de las fuentes de agua como arroyos, ríos, lagos, manantiales, cascadas, playas y riberas.
-Si es posible, los cadáveres deben enterrarse en fosas individuales claramente marcadas.
-En los desastres muy grandes, es posible que no se pueda evitar el uso de fosas comunes.
-La profundidad que deben tener las sepulturas, se sugiere que deben estar entre 1,5 y 3 m de profundidad.

9.-MANEJO DE LA INFORMACIÓN
La buena comunicación con el público en general contribuye al éxito del proceso de recuperación e identificación de las víctimas.
-La información precisa, clara, oportuna y actualizada puede reducir el estrés experimentado por las comunidades afectadas, puede desmentir rumores y aclarar la información errada que pudiere existir.
-Los medios noticiosos (televisión, radio, periódicos e internet) son canales vitales de comunicación con el público durante los desastres masivos. Los reporteros, locales e internacionales, generalmente llegan muy pronto después del desastre.
-Se debe designar un jefe de prensa, tanto local como nacionalmente.
-Se debe establecer una oficina de prensa tan cerca del área afectada como sea posible.
-Se debe cooperar con ellos en forma proactiva, por ejemplo, preparando comunicados de prensa en forma regular, facilitando la realización de entrevistas.
-Tan pronto como sea posible, se debe establecer un centro de información para los familiares de muertos y desaparecidos.
-Se debe mantener una lista que contenga la información confirmada de muertos y sobrevivientes y debe existir un grupo responsable del registro oficial de los detalles de los individuos desaparecidos.
-Toda la información relacionada con los procesos de recuperación, identificación, almacenamiento y disposición final de los cadáveres debe estar disponible para quien la necesite.
-También, se deben explicar los trámites que se deben seguir para la obtención del certificado de defunción.

Citado 30-9-11
Organizaciones internacionales que participaron  en la elaboración de este documento
Organización Panamericana de la Salud, Oficina Regional para las Américas de la
Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS), Área de Preparativos para Situaciones de
Emergencia y Socorro en Casos de Desastre

martes, 27 de septiembre de 2011

LOGISTICA PARA PROTECCION CIVIL II

LOGISTICA PARA PROTECCION CIVIL II
Semana 1-Sep 2011, VI SEMESTRE, Sección 001-N
Actividad: Guía nro. 1-Aspectos Conceptuales. Lectura de interés.
Docente: Carmen Y. Martínez 
          Atención Inmediata y Recuperación Básica: Planes De Contingencia y Restauración De Servicios
Las acciones inmediatamente posteriores a un evento destructivo de origen natural o socio-natural son críticas. Es frecuente que las pérdidas de vidas y las secuelas de enfermedad sean superiores en la fase posterior a la manifestación de un fenómeno natural que las directamente causadas por éste.
Los objetivos de la recuperación básica son:
− Salvar vidas en peligro.
− Reducir el sufrimiento.
− Minimizar los riesgos derivados de la emergencia original de contingencia para (encadenamiento).
− Restaurar las condiciones esenciales de la vida.
− Minimizar el impacto ambiental.
Las actividades principales, consecuentes con los objetivos son:
− Atención inmediata: rescate, evacuación y asistencia de emergencia.
− Restauración de servicios básicos y garantía de abastecimiento.
− Obtener información que facilite el proceso de reconstrucción.
Estas actividades tienen aspectos altamente especializados, que requieren experticia y entrenamiento y, otros aspectos que involucran a las comunidades afectadas y a todos los agentes públicos, que deben tener conocimiento previo y entrenamiento para realizar las acciones requeridas. Por este motivo, no pueden ser acciones improvisadas ni tampoco pueden dejarse al manejo exclusivo de los organismos de socorro. Su base deben ser los planes de contingencia para cada riesgo en cada territorio.
Los países de América Latina han logrado avances en la capacidad para atender emergencias pequeñas y medianas, pero continúan siendo muy débiles frente para enfrentar desastres mayores en la fase inmediatamente posterior a la emergencia. En los últimos grandes desastres de América Latina (los huracanes Georges y Mitch, el Fenómeno del Niño, el terremoto de 1999 en Colombia y los sismos del 2001 en El Salvador), los gobiernos desconocieron las organizaciones existentes en cada país para atender las emergencias. Ello demuestra su bajo nivel de legitimidad y la falta de preparación de las instancias políticas y la sociedad en general para el manejo de los desastres.
Ejecución Del Plan De Contingencia Para Cada Riesgo En Cada Territorio

Un subproducto fundamental de los Planes de Ordenamiento Territorial son los Planes de Contingencia.
En esencia, tienen tres componentes:
Simulación de emergencias, en distintos escenarios probables, para analizar las características, comportamientos y consecuencias de cada evento previsible en las condiciones particulares de cada territorio. En este aspecto son de crucial importancia:
* Análisis de escenarios de eventos probables (alta o mediana intensidad) para cada tipo de riesgo, complementado con análisis de zonas específicas (norte o sur, por ejemplo) y de momento (de día o de noche, entre semana o en festivo).
* Análisis la vulnerabilidad funcional, es decir, de las consecuencias inmediatas en los servicios básicos (daños en la red de transporte y acceso a las distintas zonas, daños en las redes de acueducto y electricidad, daños en el sistema de comunicaciones).(16)
* Análisis de consecuencias esperables, según los comportamientos simulados (muertos, heridos, daños, dificultades de acceso).
Diseño de los procesos de atención inmediata adecuados para los escenarios simulados, para definir los procesos y responsabilidades óptimos para garantizar la máxima efectividad. Incluye responsabilidades tan diversas como:
* Rescate.
* Logística de apoyo a los grupos de rescate.
* Evacuación.
* Transporte de personal de rescate, de heridos, de familias evacuadas, de personal de salud, etc.
* Alojamiento temporal.
* Abastecimiento de afectados, evacuados y personal de apoyo.
* Protección de bienes en zonas evacuadas.
* Financiamiento.
* Censo de afectados.
* Información al público.
* Coordinación entre organismos locales, provinciales y nacionales.
Entrenamiento, tanto especializado como masivo, para lograr que cada quien conozca y sepa ejecutar sus responsabilidades, puedan afinarse los mecanismos de coordinación y los ciudadanos corrientes adquieran actitudes y prácticas adecuadas. Incluye, esencialmente:
* Entrenamiento de especialistas en actividades como rescate, estabilización de personas en estado crítico, transporte, etc..
* Entrenamiento de las entidades sectoriales en las labores específicas de su competencia (transporte, atención de heridos, abastecimiento, comunicaciones, etc.).
* Puesta a prueba de los sistemas de coordinación, mediante simulacros con participación de todas las entidades y organismos concernidos.
* En algunos casos, simulacros con participación de las comunidades.
Los Planes de Contingencia y la preparación asociada a ellos permiten realizar las primeras tareas de atención inmediata. Su eficacia depende esencialmente de dos variables:
− La participación de todos los actores requeridos y la movilización adecuada de la misma comunidad afectada (según el Plan de Contingencia).
− Una dirección única y legítima, que incluya la orientación técnica especializada y la decisión política, bajo la responsabilidad del gobierno nacional, provincial o local, según el caso.
La experiencia muestra que, por oposición, la atención inmediata es poco eficaz cuando es realizada exclusivamente por algunos organismos (como la Defensa Civil o las Fuerzas Armadas) y cuando el mando es asumido por agentes inexpertos, existen diferentes centros de dirección en paralelo o no se coordina la orientación política y la técnico-científica.

Con Base En Los Planes De Contingencia, Las Principales Actividades De Atención Inmediata Son:

Búsqueda y rescate de personas afectadas. Dos aspectos de particular importancia son contar con expertos en rescate y contar con la logística necesaria (equipos especializados, transporte, respaldo en comunicaciones).
Asistencia médica para los afectados. Asistencia in situ, para quienes son atrapados; estabilización de casos críticos; transporte adecuado; disponibilidad de personal, instalaciones de emergencia, equipos, suministros y medicinas; atención psicológica y familiar.
Identificación y control básico de nuevos riesgos derivados de la emergencia. Inventario de nuevas amenazas por deterioro de edificaciones, daños en la infraestructura y las líneas vitales, incendios, contaminación, cambio en la hidráulica de los ríos, posibilidades de remoción de masas, epidemias,
etc., y emprendimiento de acciones para controlar dichas amenazas.
Evacuación de las zonas de peligro. Información para los potenciales afectados, salida con mínimo riesgo, transporte masivo, transporte para personas con limitaciones, transporte de animales domésticos.
Alojamiento y abastecimiento temporal. Suministro de lugares de permanencia, alimentación, abrigo, apoyo psico-afectivo, actividades de cuidado infantil. Suministro de lugares de permanencia para animales domésticos.
Identificación de personas. Censo de muertos, desaparecidos, heridos por lugar de remisión y evacuados por lugar de alojamiento temporal, para facilitar la información a los familiares, reunificación de las familiar, programas posteriores de subisidios, información noticiosa y valoración de la emergencia.
Disposición adecuada de cadáveres. En caso de que hubiere cadáveres humanos y animales, establecer mecanismos para controlar el efecto contaminante y para disponerlos de manera adecuada.
En el caso de las personas fallecidas, procurar su identificación y tratar de que su exhumación no contraríe las prácticas culturales de sus familias.
Protección de bienes. Cuidado de las zonas evacuadas para evitar saqueos, puesto que en muchos casos esta preocupación es el principal obstáculo para evacuar zonas de riesgo.
Control de líneas vitales. Controlar las fugas y daños peligrosos en las redes de gas, agua y electricidad.
Evaluación preliminar de daños. Inventario de daños humanos, físicos, ambientales y económicos, para orientar los procesos de reconstrucción.
Información y Comunicaciones. Garantía de información oportuna y confiable para los afectados, sus familias, la opinión pública y la comunidad internacional.



(16) Este es un ejemplo de vulnerabilidad funcional que podría elevar significativamente la pérdida de vidas después del fenómeno natural: En caso de un evento sísmico como el que suele presentarse en Bogotá cada 100 años, los daños directos no serían extremos, pero saltarían todas las vulnerabilidades funcionales de la ciudad: el colapso de las vías imposibilitaría apagar los incendios y haría muy difíciles las labores de rescate; el centro hospitalario nacional, que concentra gran parte de las camas hospitalarias sería inaccesible, y habría grandes dificultades para el abastecimiento y alojamiento temporal de personas por la insuficiencia de espacios públicos y de recreación en muchas zonas de la ciudad. Condensado de los estudios preparatorios del Plan de Ordenamiento Territorial de Bogotá, 1999.

CITADO 25-9-2011