Oct. 2011, VI SEMESTRE, Sección 002-N
Actividad: Aspectos Conceptuales. Lectura de interés.
Docente: Carmen Y. Martínez
BOSQUEJO ORGANIZACIONAL EN TORNO AL PLAN DE ORDENAMIENTO TERRITORIAL.
Una estructura básica de sistema para la prevención y atención de desastres en un país latinoamericano puede ser la siguiente:
Nivel nacional:
El nivel nacional del sistema nacional de prevención y atención de desastres tiene como responsabilidades básicas promover su desarrollo en todos los niveles (nacional, provincial y local), establecer las orientaciones básicas, ejercer la dirección general y brindar apoyo técnico y financiero complementario a los niveles inferiores. Sus instancias básicas son:
− Un consejo directivo nacional de prevención y atención de desastres, presidido por el presidente de la república o su delegado, que establece las pautas y políticas generales.
− Una dirección nacional de prevención y atención de desastres, cuya función esencial es la coordinación de las entidades del nivel nacional y la promoción del apoyo a los niveles inferiores. Toma las funciones de dirección en caso de emergencias de nivel nacional.
− Un comité técnico nacional, que coordina la realización de estudios y actividades de prevención y apoyo por parte de todas las entidades nacionales participantes.
− Un comité operativo nacional, que se especializa en la promoción, preparación y orientación de las actividades de atención inmediata y recuperación básica.
− Comisiones asesoras, por temas especializados, en las cuales participan las entidades técnicas, científicas, académicas, investigativas, operativas, de socorro y ciudadanas.
− Una instancia o al menos una persona responsable de la prevención de desastres en cada ministerio y entidad pública del orden nacional.
Nivel provincial, departamental o estadual:
El prefecto o gobernador tiene la responsabilidad de promover la prevención y atención de desastres en los municipios de su ámbito, coordinar la oferta de apoyo técnico y preparar la atención de emergencias que superen las capacidades municipales.
− Una organización análoga a la nacional, bajo la responsabilidad del prefecto o gobernador.
Nivel municipal:
Donde existan riesgos de desastre, contribuir a salvar la vida de las personas y a proteger sus bienes y su ambiente debe ser la primera prioridad de las administraciones municipales y ello se debe reflejar en sus programas de gestión y en sus presupuestos de inversión. La responsabilidad principal de prevención y atención de desastres en el ámbito municipal o cantonal recae en el gobierno local no en las entidades sectoriales ni en los comités de coordinación ni en los niveles provinciales o nacionales.
La razón es clara: los riesgos nacen en lo local, en la relación del hombre con su territorio, y las medidas de prevención se construyen en el mismo ámbito, especialmente en torno al plan de ordenamiento territorial.
− También una organización análoga a la nacional. En municipios pequeños, una sola instancia puede cumplir las funciones de comité técnico local y comité operativo local.
Gestión sectorial
− Los diferentes sectores de la sociedad y de la gestión pública adelantan las actividades de su competencia bajo la coordinación de las instancias de nivel nacional, provincial y municipal.
RESPONSABILIDADES SECTORIALES: todas las entidades previenen desastres bajo la coordinación territorial
Todas las entidades públicas y muchas privadas tienen responsabilidades en la prevención de desastres.
Gran parte de ellas tiene además responsabilidades en la atención inmediata, la recuperación básica y la reconstrucción. Para el efecto, cada entidad debe tener una persona o una dependencia especifica responsable del manejo de riesgos.
La coordinación entre los esfuerzos de todas las entidades sectoriales es territorial, es decir, se realiza en los ámbitos local, provincial y nacional, mediante los respectivos consejos de prevención y atención de desastres y los comités técnicos y operativos. A continuación se presenta una lista ilustrativa no exhaustiva de actividades de prevención y de atención de desastres correspondientes a diferentes sectores:
Agropecuario: Conocimiento de los valores extremos e impactos relacionados con fenómenos naturales adversos a la producción agropecuaria; desarrollo de cultivos ambientalmente no destructivos; desarrollo de cultivos resistentes a sequías e inundaciones; desarrollo de silvicultura y forestación preventiva; desarrollo de proyectos de almacenamiento de agua e irrigación en zonas propensas a sequía; desarrollo de proyectos de regulación de aguas en zonas propensas a inundaciones; desarrollo de sistemas de pronóstico de plagas asociadas a cambios climáticos.
Seguridad alimentaria y nutricional: Planes de contingencia para casos de emergencia y desastre; seguimiento de la disponibilidad de productos agropecuarios para asegurar la alimentación y nutrición en casos de evacuación o desastre; vigilancia nutricional de poblaciones afectadas.
Salud: Educación ciudadana sobre actuación preservadora de la salud en caso de desastre; reducción de la vulnerabilidad física de los hospitales y centros de salud; desarrollo de capacidad de respuesta rápida ante los desastres; desarrollo de capacidad para la prevención, vigilancia y control de epidemias por enfermedades trasmisibles; coordinación de acciones de atención médica inmediata, transporte de víctimas, red de servicios de emergencia, clasificación de heridos, provisión de suministros médicos, información sobre situación de salud de pacientes, atención de la salud en albergues, vigilancia epidemiológica en situaciones de desastre.
Educación: Educación en prevención de desastres y respuesta inmediata (inclusión de la prevención de desastres en la estructura curricular, capacitación de docentes, elaboración y distribución de materiales, ejercicios de simulacro escolar, evaluaciones de logro); campañas populares de prevención; reducción de la vulnerabilidad física de los centros educativos; planes de contingencia para el uso de centros educativos como albergues transitorios.
Vivienda y hábitat: Apoyo a la actualización y promoción de normas sobre usos del suelo, sobre ordenamiento territorial urbano y rural, y sobre construcción de viviendas y obras civiles con base en información actualizada sobre valores extremos de sismicidad, precipitación, flujo de aguas y geotecnia; apoyo a la reubicación de viviendas en zonas de riesgo; programas de reducción de la vulnerabilidad en asentamientos existentes; elaboración y ejecución de planes de reconstrucción de hábitat y viviendas en casos de desastre.
Acueductos y alcantarillados: Reducción de la vulnerabilidad de los sistemas de agua potable y alcantarillado; preparación de planes de contingencia para garantizar el control de líneas vitales de agua potable y su recuperación en plazos mínimos; preparación de planes de contingencia para garantizar el abastecimiento emergente de centros críticos en caso de desastre.
Energía eléctrica: Reducción de la vulnerabilidad de la infraestructura sectorial en las áreas de generación, transmisión, distribución y uso domiciliario; establecimiento de planes de contingencia frente a la vulnerabilidad de la energía hidroeléctrica a las sequías; planes para evitar riesgos emergentes en caso de fenómenos naturales extremos; preparación de planes de contingencia para restaurar el servicio en caso de desastre, comenzando por áreas críticas (hospitales, aeropuertos, colegios, etc.).
Comunicaciones masivas: Campañas de apoyo a la formación de una cultura preventiva; preparación para brindar información de alerta temprana frente a casa riesgo en cada comunidad; coordinación con las direcciones locales de prevención y atención de desastres para brindarles el soporte comunicacional requerido; preparación para el manejo de información y orientaciones al público en casos de desastre;
Obras Públicas: Investigación y acción permanentes para disminuir la vulnerabilidad y el impacto negativo de las obras de infraestructura; vigilancia sobre el cumplimiento de normas de sismo resistencia y geotecnia; preparación para la evaluación de daños físicos en casos de desastre; preparación para apoyar las labores de remoción y rescate; preparación de criterios y mecanismos para evaluar y realizar acciones de demolición y limpieza.
Transporte: Reducción de la vulnerabilidad de la infraestructura y los servicios de transporte terrestre, aéreo, ferroviario y marítimo; desarrollo de planes de contingencia para garantizar el transporte crítico en diferentes escenarios de emergencia y desastre.
Ambiente: Estudios de amenazas naturales y socio-naturales; estudios de vulnerabilidad ambiental; estudios de escenarios de encadenamiento de riesgos; estudios de impacto ambiental de inversiones y actividades humanas; definición de responsabilidades para la restauración de servicios ambientales en caso de desastre.
Organismos de Planificación y de hacienda o finanzas: Elaboración de programas y proyectos de inversión y financiamiento de la prevención de desastres; elaboración de programas de reconstrucción y desarrollo en casos de desastre.
Sector Judicial: Garantía permanente de los derechos económicos, sociales y ambientales en condiciones de seguridad pública y seguridad ciudadana; definición de códigos y procedimientos que incorporen criterios preventivos; incorporación normativa del principio de responsabilidad de quien genera los riesgos de desastre; incorporación de criterios y obligaciones en materia de aseguramiento.
Policía: Preparación para prevenir y afrontar perturbaciones de orden público en situaciones de emergencia; preparación para garantizar la protección de la vida, honra y bienes en casos de desastre; apoyo logístico y al levantamiento e inhumación de cadáveres en situaciones de emergencia.
Fuerzas Militares: Preparación para el aislamiento y la seguridad de las áreas de desastre; garantía de control aéreo y de puertos y accesos; preparación coordinada con las demás entidades para brindar apoyo logístico en situaciones de emergencia.
Cruz Roja y Defensa Civil: Preparación de actividades de rescate en coordinación con las demás entidades y especialmente con las de salud, seguridad alimentaria, transporte, policía y fuerzas militares.
Lugares de afluencia masiva (como estadios, coliseos, canchas deportivas, teatros, salas culturales, plazas de toros, iglesias, colegios, centros comerciales y edificaciones públicas). Preparación de planes de contingencia frente a riesgos de desastre; información al público sobre comportamientos seguros y sobre rutas y procedimientos de escape.
Sector Asegurador: Evaluación de riesgos conjuntamente con los agentes de desarrollo; aseguramiento masivo de la salud, los bienes y el ambiente; promoción y asistencia técnica en torno a medidas de prevención y mitigación; co-financiamiento y co-dirección de las actividades de atención inmediata y reconstrucción.
Industria: Reducción de los riesgos relacionados con el almacenamiento y manejo de insumos industriales; reducción de los riesgos relacionados con el manejo y la disposición de desechos y con la contaminación del aire, el agua y la tierra; compensación por el deterioro ambiental causado; reducción de la vulnerabilidad física de plantas industriales.
Es claro que muchas veces la riqueza de los países desarrollados que por cierto ha contribuido a financiar medidas de prevención de desastres y protección del medio ambiente se ha logrado a costa de la pobreza y el endeudamiento en países menos desarrollados. Existe, por tanto, responsabilidad de los países en lograr relaciones internacionales más equitativas. Los países desarrollados están obligados a compartir responsabilidades por los desastres en los países menos desarrollados.
D) LA ESTRATEGIA INTERNACIONAL PARA LA REDUCCIÓN DE DESASTRES
En 1989, los Estados Miembros de las Naciones Unidas declararon los 90 como el Decenio Internacional para la Reducción de Desastres, con el objetivo de “Reducir la pérdida de vidas, los daños a la propiedad y los trastornos sociales y económicos caudados por los desastres naturales... especialmente en los países en desarrollo”.
A pesar de los esfuerzos realizados, durante la década se incrementó la severidad y el daño de los desastres. Frente a esta realidad, las Naciones Unidas han adoptado una Estrategia Internacional para la
Reducción de Desastres, orientada básicamente a lograr el compromiso de los gobiernos, las agencias internacionales, el sector privado y la sociedad en general frente al propósito de pasar de una cultura de reacción y respuesta a una de prevención y manejo integral del riesgo.
La estrategia tiene cinco pilares:
− Incrementar la conciencia ciudadana sobre los peligros de desastre en las sociedades modernas y la necesidad de reducir riesgos, prestando especial énfasis a la educación pública curricular y a la información por medios masivos.
− Motivar a la administración pública hacia la adopción de medidas preventivas.
− Estimular el compromiso y la participación de todos los sectores y comunidades.
− Mejorar el acceso de las naciones y las comunidades a la ciencia, la tecnología y los procedimientos para la reducción de riesgos.
− Adoptar una medición estandarizada para cuantificar el impacto de los desastres y poder demostrar la reducción efectiva de pérdidas económicas y sociales lograda mediante las acciones de prevención.
Entre los programas prioritarios pueden destacarse los siguientes:
− Apoyo a la formulación de políticas nacionales y a la formación de sistemas nacionales descentralizados de prevención y atención de desastres.
− Realización de acciones informativas, educativas y comunicacionales tendientes a la formación de una cultura de prevención.
− Formación especializada de recursos humanos, tanto en pregrado como en maestrías y doctorados.
− Sistematización y difusión de experiencias, particularmente en tecnologías y ordenamiento institucional y comunitario para la prevención de desastres.
− Desarrollo de sistemas de información para la gestión de riesgos.
− Montaje y desarrollo de redes de detección y monitoreo, así como de procedimientos de comunicación y divulgación en tiempo real de la información generada, para fortalecer los sistemas de pronóstico y alerta temprana.
− Suscripción y ejecución de acuerdos de cooperación bilateral, multilateral y regional para compartir recursos, redes de alerta y experiencias en prevención y mitigación.
Esta estrategia es promovida por todas las agencias del Sistema de las Naciones Unidas, a las cuales pueden acudir las naciones, organizaciones y comunidades en busca de orientación y apoyo.
Citado
CEPAL - SERIE Medio ambiente y desarrollo
Políticas públicas para la reducción de la vulnerabilidad frente a los desastres naturales